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Mermeladas artesanas | Nosotros también pensamos que desayunar es un placer y si es con mermelada artesana mucho más. Un producto que, por cierto, es más sano de lo que a veces se piensa. No olvidemos que la base de una mermelada es la fruta, que nos aporta muchos nutrientes a nuestro organismo, además de mucha fibra. Es cierto que cuando la fruta cambia de estado se pierden algunas de sus vitaminas, pero muchas otras perduran, especialmente el aporte mineral.
Lo que hace menos sano a una mermelada es el exceso de azúcares añadidos y de conservantes, algo que ocurre en el caso de muchas mermeladas industriales. Pero cuando una mermelada está elaborada de manera artesanal, el único conservante que contiene es el azúcar. En el caso de Ekolo, además, utilizamos únicamente azúcar de caña de agricultura ecológica lo que la convierte en un producto no solo más sano, sino también más sabroso al paladar.
Además, la mermelada artesana es una buena alternativa de conservar y degustar la fruta fuera de su temporada. Y no solo en el desayuno, también podemos elaborar muchas recetas con mermelada, tanto dulces como saladas. Platos que serán más saludables si los cocinamos con mermelada artesanal.
Otro beneficio de la mermelada es que se utiliza toda la pieza de la fruta para su elaboración, tanto la pulpa como la piel. De esta forma, conseguiremos concentrar en un mismo tarro todas las propiedades de la fruta, ya que en la piel se esconde la mayor parte de la fibra, la cual nos ayuda a regular nuestro tránsito intestinal y a liberar toxinas del organismo.
¡Y es muy energética! La mermelada nos aporta glucosa para cargarnos de energía desde primera hora de la mañana. Por eso es ideal para el desayuno.
En ékolo seguimos esa premisa, la de la elaboración artesanal, y nuestras mermeladas son totalmente naturales, sin conservantes que puedan afectar a su sabor. De albaricoque, ciruela, frambuesa, fresa, manzana, etc. Todas ellas tienen una textura que facilita su consumo untada en una tostada. Porque desayunar con mermelada artesana es uno de los pequeños placeres de la vida a los que no debemos renunciar.